domingo, 27 de diciembre de 2015

Se suele hacer balance... ¿no?

Quedan pocas horas para dar fin a un año como otro cualquiera en casi su mayoría. Irónico... Todos los años trato de convencerme a mi mismo que este que viene será mi año, el año. Ese año en el que todo cambiará y no tendré que pasar nunca más por nada de lo que ya pasé. Los fantasmas. Los fantasmas siguen ahí, burlandose de mi como cada día, como cada noche. Y no se cansan. Y no se van. Sea 2014 o 2015. ¡Pero oye! He cumplido mucho de lo que me propuse. Cosas que me han mantenido ocupado, activo y vivo. En definitiva, dejando la tristeza a un lado, pero la felicidad aun fuera de mi alcance.

Pero volviendo a los fantasmass... algo los espanta, algo me toca el hombro. Hay alguien detrás de mi. Alguien que ha aparecido derepente pasando a ser todo desde la nada, luz desde la oscuridad. Alguien que a pesar de estar diluida en mi mente, toma forma en un instante cuando lo necesito. Alguien que a pesar de sus fantasmas, tratar de auyentar a los mios. Alguien que ocupa un lugar importante y privilegiado dentro de mi, un lugar donde nunca nadie estuvo y dificilmente nadie estará.

2015 no ha sido del todo malo. Ha seguido la senda de 2014 pero ha conseguido devolverme la sonrisa, aunque sea al final. ¿Qué tal te portarás, 2016?

Redd...

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