¡Sufren!
Pero no se quejan... Porque saben que el dolor pasa. El sudor se seca. El cansancio terminará. Pero hay algo que nunca desaparecera: La satisfacción de haberlo logrado. En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos. En sus venas corre la misma sangre. Lo que los hace diferentes es su espíritu, la determinación de alcanzar la cima... una cima a la que no se llega superando a los demas:
¡Se llega superándose a uno mismo!
Amo este deporte, como jamás amé otro. Sufro ese dolor, como jamás sufrí otro. Disfruto jugandolo, como jamás lo haré con ninguno. Aguanto 80 minutos, porque sé que al final, merecerá la pena.
Redd...
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